Son muchas las personas que se sienten como un payaso y la sonrisa que tienen plasmada en el rostro es sólo es un espejismo y algun trazo hecho con pintura blanca. Una sonrisa, no siempre es sinónimo de felicidad.
El tan colorido traje del payaso puede divertir a muchos, pero no a la persona que tiene puesto el traje, y es que admiro tanto la valentía del payaso de hacer el ridículo ¡Holaa caballerooo..!
Pero el payaso, también es un hombre de carne y hueso como nosotros , eso a veces lo olvidamos o, simplemente, no lo tomamos en cuenta.
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